Hasta que por fin llegamos a París, después de un lago viaje en bus y de noche, luego de pasar 2 controles en la frontera (revisión de pasaportes y equipaje). Uno en la frontera de España con Francia y el otro antes de ingresar a París, esta última parada me dejó con los pelos de punta.
Ya saben como siempre nunca faltan personas que quieren pasar mercancía sin pagar los impuestos, en este caso nos dio el susto de nuestras vidas por la situación actual en Europa, que ya conocemos, y de las cuales hay que estar atentos. Felizmente solo fue eso, no paso de un susto y no hubieron otros peligros mayores.
Todo eso retrasó la hora de llegada a la estación de autobuses París Gallieni, que se encontraba muy cerca a nuestro hotel. La hora de llegada debió ser al medio día, pero esos contratiempos nunca faltan.
Estrellitas para mí *****
Intuyendo que algún contratiempo podría suceder, reservé en un hotel muy pero muy cerca a esta estación de autobuses. El cansancio, el susto y todo lo superamos rápidamente; a unos cuantos pasos con nuestras mochilas algo pesadas (con varios recuerdos de Madrid y Bilbao) llegamos al hotel, además desde esta estación sales directamente a un centro comercial bastante concurrido.
En la recepción nos atendieron amablemente y rápido, además por unos euros incluimos el desayuno, para esto ya había visto los comentarios de huéspedes anteriores y sí que valía la pena pagarla. Y así ahorrar un poco ya que en París comprar un panini, pan con algo y café en las calles es caro y si además esta cerca a lugares turísticos, es muy probable que te salgas del presupuesto estimado.
¡Nos quedamos dormidas!
Ya tenia planeado lo que haríamos ese día (con mi hermana) pero el cansancio después del viaje nos mato, así que tomamos un baño y a dormir unas horas, al principio yo estime un par de horas para recomponernos, pero nooo, ¡fueron 4 horas!
Ya en la noche cenamos en el centro comercial de al lado del hotel y luego nos dirigimos a explorar París de noche, que también es muy bella.
Ya tenia planeado lo que haríamos ese día (con mi hermana) pero el cansancio después del viaje nos mato, así que tomamos un baño y a dormir unas horas, al principio yo estime un par de horas para recomponernos, pero nooo, ¡fueron 4 horas!
Ya en la noche cenamos en el centro comercial de al lado del hotel y luego nos dirigimos a explorar París de noche, que también es muy bella.
Para nuestra sorpresa ese viernes que llegamos, el transporte público era GRATIS, SÍ ¡GRATUIT!, fue ese único día para fomentar el uso del transporte público y disminuir la circulación de vehículos en la ciudad por los altos niveles de contaminación en el ambiente. Creo que también es gratuito a fin de Año, ya se imaginarán todo lo que se ahorra en esas fechas.
Nos dirigimos a la Plaza de la Bastilla, cerca esta la Opera, un Boulevard, vimos varias tiendas muy simpáticas, exploramos un poco los alrededores. Ver la Torre Eifell de noche fue una grandiosa idea, como para darnos la bienvenida a París.
Luego fuimos al supermercado compramos pan brioche (buenísimo), jamón, jugos, fruta y otros snacks para nuestro recorrido del día siguiente. Ya se imaginarán, dormir era algo imposible después de ver tanta belleza, ya quería que amanezca para ver más de París.
Nos dirigimos a la Plaza de la Bastilla, cerca esta la Opera, un Boulevard, vimos varias tiendas muy simpáticas, exploramos un poco los alrededores. Ver la Torre Eifell de noche fue una grandiosa idea, como para darnos la bienvenida a París.
Luego fuimos al supermercado compramos pan brioche (buenísimo), jamón, jugos, fruta y otros snacks para nuestro recorrido del día siguiente. Ya se imaginarán, dormir era algo imposible después de ver tanta belleza, ya quería que amanezca para ver más de París.
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