Una sobredosis de arte en Madrid, día 2


En nuestro segundo día, después de descansar bien, ya que caminar mucho ayuda a desconectarse rápidamente en la noche, despertamos bastante relajadas y con ganas de ver más de Madrid. Nos alistamos para desayunar, como en el hospedaje estaba incluido el desayuno, bajamos temprano para aprovechar y servirnos de todo un poco, también aprovechamos para hacer amigos, ya que en el primer piso estaban la mayoría de los mochileros, que venían de Berlín, otras ciudades de España, Asía, etc y conocimos a una chilena muy amable que también estaba emocionada como nosotras porque era la primera vez que visitaba Europa.

Yo para empezar la conversación , ya que el comedor estaba muy callado y solo se escuchaban las noticias en el televisor, le pregunté si sabia a que hora se abrían las tiendas, super mercados, yo planeaba comprar algo de fruta. Ella me dijo que tampoco sabía exactamente, para esto yo había leído que las tiendas abren muy tarde a partir de las 10 de la mañana y quería saber si era cierto.
Bueno luego ya nos presentamos, y me dijo que venia con su novio y su hermana; nos contó sus planes, ellos llegaron primero a Barcelona, estuvieron unos días, la pasaron genial, y ahora en Madrid se quedaban un poco más, y para terminar su viaje ella y su novio viajarían a París.  Nos recomendó mucho visitar los museos, el parque del Retiro, claro que así lo hicimos.

Ya nos quedaba un día y antes de dejar esta hermosa ciudad no podíamos perdernos de la exposición de arte en el Museo Reina Sofía. Llegamos rápido al la Estación de Atocha, que es una de las más antiguas e importante estación de Tren de Madrid, en su interior pudimos apreciar este hermoso Jardín Tropical de Atocha, que le da un ambiente divertido y relajado, lo considero así porque después de estar varias horas de viaje en tren, es indudablemente un espacio ideal para tomar aire fresco y relajarse. 
La Estación cuenta con partes que se comunican entre si: la estación de cercanías, la del metro y la estación ferroviaria.

Estación de Atocha


Fachada de la Estación de Atocha



Llegamos al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que tiene una fachada muy interesante, si se dan cuenta que la escultura que es como una reina por la corona que posee en la parte alta. Ingresamos muy temprano, pero hay horarios en los que puedes ingresar totalmente gratis (en el vídeo final te dejo los datos). Casi no había nada de gente, así que pudimos disfrutar y tomar algunas fotos del interior, aunque en algunas salas esta prohibido.

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Jardín central del Museo

"El Pájaro Lunar" escultura de Joan Miró

Sala de Colecciones

Cada piso se ponía más interesante que la anterior, claro que para no perderte y ver lo que más te interesa, no te olvides de pedir en informes tu plano del museo y sus exposiciones.

"Rostro del Gran Masturbador" - Dalí


Yo no tenia idea que una de las obras más importante de Picasso se encontraba tan cerca de nosotras, hasta que pasé por una sala central muy silenciosa, y con mucha gente al rededor como si estuvieran casi ocultando algo importante, justo en ese momento mi hermana me estaba comentando que había una obra inmensa "Guernica" que recordó porque realizó hace unos años un trabajo de investigación en la universidad, y que podría estar allí, y así fue. 

Recuerdo que lo vi de pasada, es que crucé esa sala y sólo veía gente alrededor tapando la entrada, traté de acercarme más, alguien se movió y vi una parte de un cuadro inmenso e inmediatamente llamé a mi hermana y le pregunté si la obra que estaba buscando era aquella que estaba abarrotada de espectadores que nos doblaban la altura y que no dejaban ver de frente, y ella casi dio el grito de su vida, pero se contuvo (si no imaginen el tremendo roche). Creo que nos quedamos casi media hora contemplando en silencio cada parte del cuadro, cada trazo, todo.

"Guernica" - Pablo Picasso

Después de esa gran dosis de arte, nos dirigimos al Parque del Retiro a almorzar, en realidad a hacer el picnic, ya que teníamos unos sandwiches de pollo con ensalada, jugos, fruta, además para aprovechar los rayos del sol que se asomaron por unas horas. 
Almorzamos felices, admirando aún los postales y otros recuerdos del Museo, tienen de todo desde un lapicero hasta rompecabezas, pastilleros, pósters; siempre es curioso ver todo lo que pueden hacer para fomentar el arte. 

Recuerdos del Museo en el Parque del Retiro

El día anterior visitamos el parque, pero de noche y no se puede apreciar bien el Palacio de Cristal, así que teníamos que volver, es hermoso cuando le cae los rayos del sol, todo adentro se ilumina y crea un efecto único.
Palacio de Cristal


Estanque Grande del Retiro

Ya como a eso de las 5 de la tarde fuimos a hacer nuestra fila y esperar la entrada gratuita, al Museo de Prado, sí allí mismo donde se encuentran Las Meninas, famosa obra de Diego Velázquez, El Jardín de las Delicias de "El Bosco", El autorretrato de Durero, Las Tres Gracias de Rubens y muchas obras más. La fila se hacia cada vez más larga después que llegamos, justo estábamos a la altura de la fachada principal (foto) y la entrada al museo es por la boletería que se encuentra dando la vuelta a esa calle, así que avisados todos, lleguen con tiempo.

Museo del Prado
Salí con los ojos bastante irritados de ver tantas hermosas obras (dolor de ojos por sobre dosis de arte si se puede decir así).😂 Para terminar el día, nos dirigimos a la famosa Gran Vía, a buscar algo para cenar, comprar algún recuerdo local, ya que nos cruzamos con una feria dentro de un edifico con una arquitectura interesante, y así es todo en la Gran Vía. También nos llamó la atención que cerraran una vía y la hicieran peatonal, justo para los selfies seguros. Buen dato para los turistas, viajeros, locales, todo aquel que quiere perpetuar ese momento en la Gran Vía.

La Gran Vía - Madrid





El día se nos fue volando y aún tanto por ver de Madrid, pero nos tocaba descansar para levantarnos temprano y dirigirnos a  nuestro próximo destino, Bilbao

Termino este recorrido por Madrid, con esta interesante frase que encontramos, "Nada volverá a ser lo mismo", me encantó y pues sí, a partir de ese momento ya nada volvió a ser lo mismo, y aún quedaban muchas más sorpresas por descubrir en Europa.



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